Un año más, Ester Serrallonga, enfermera en el Hospital Valle de Hebrón (Barcelona), ha hecho un paréntesis laboral de tres meses para viajar a Paraguay. Allí trabaja como voluntaria responsable del  proyecto social en la comunidad rural de Potrero Santa Clara. Este es el resumen de lo que ha significado para ella.

Han sido unos meses muy intensos. El 2012 ha sido un año complicado para el grupo de personas que colaboramos en el proyecto. No nos hemos escapado del descenso de donaciones por la dificultad económica de nuestro país y, a pesar de ello, no hemos paralizado ningún proyecto. El dispensario y la farmacia social siguen, así como los diferentes talleres de nutrición y peso. Es un gozo ver el comedor infantil pues cada día vienen entre 50 y 70 niños donde tienen asegurada una comida variada y nutritiva. Los becados han podido seguir sus estudios y desplazarse a las facultades con nuestro “colectivo” (autobús). Incluso hemos iniciado un nuevo proyecto de educación infantil, “Jardín Claudina”, al que acuden niños de 2 a 4 años.

Y también hemos podido ayudar a  Felicia, madre separada con 6 hijos a su cargo, a tener una nueva vivienda. ¡No puedo sentir más que agradecimiento por haber conseguido un año más que todos los proyectos iniciados sigan adelante!

He sido más consciente que nunca que siempre habrá dificultades pero también que siempre  habrán soluciones, que siempre contamos con nuestra fuerza interior, con el apoyo de personas que creen en lo que hacemos y contribuyen a que renueves la confianza, la ilusión, y que asumas nuevos retos. Ahora necesitamos coraje para no desfallecer.